El término poshumanismo es utilizado, por una parte, como forma de designar las corrientes
de pensamiento que aspiran a una superación del humanismo en el sentido de las ideas y las
imágenes provenientes del Renacimiento clásico. Así se pretende actualizar dichas
concepciones al siglo XXI implicando frecuentemente una asunción de las limitaciones de
la inteligencia humana.
Otro uso del término poshumanismo es el que suele asimilarse como destino
del transhumanismo al superar las limitaciones intelectuales y físicas mediante el control
tecnológico de su propia evolución biológica ( Ingeniería genética humana ), emergiendo un
estado existencial fisicalista en el que ya se domina la trascendencia natural de la humanidad.
Poshumano es un concepto notablemente originado en los campos de la ciencia
ficción, futurología, arte contemporáneo, y filosofía. Esos múltiples orígenes interactuantes han
contribuido a la profunda confusión en torno a las similitudes y diferencias entre el poshumano
del "posmodernismo" y el poshumano del " transhumanismo ".
El poshumanismo y la tecnología han ido avanzando de la mano ya que actualmente es una
forma de poder acceder al conocimiento. Redes sociales, teléfonos inteligentes y demás son
instrumentos que nos facilitan el acceso al conocimiento. El conocimiento relativista y el
cuántico han sido diferentes tipos de conocimiento con el cual hemos ido desarrollando la
tecnología debido a que estos surgen propiamente de la física moderna.
Además de que el poshumanismo toma cuerpo de naturaleza en la sociedad, las hipótesis
sobre el surgimiento de un nuevo prototipo humano abren un período de reflexión sobre las
promesas de la tecnología.
El robot imperceptible a simple
vista
Luce como una mujer oriental muy atractiva, de facciones delicadas, educada,
elegante y de mucho carisma. Pero Jia Jia no es de naturaleza humana.
. Se trata de un robot humanoide creado por un equipo de científicos de la
Universidad de Ciencia y Tecnología de China, liderado por Chen Xiaoping, que
ha dado mucho de qué hablar por su asombroso realismo.
Los creadores tardaron tres años en lograr este prototipo que puede conversar,
moverse e interactuar con las personas, gracias a avanzadas técnicas de
ingeniería cibernética. Aunque la Robot Diosa, como han apodado a Jia Jia, tiene
limitaciones para responder algunas preguntas simples, Chen añadió que en el
futuro lograrán que aprenda a reír y llorar. “Agregaremos expresiones faciales de
reconocimiento y la haremos más interactiva con las personas”, declaró el
científico chino. Este es un claro ejemplo de que la inteligencia artificial avanza a
pasos agigantado.